Una mujer de 56 años fue tratada con una inyección basada en pequeñas partículas liberadas por las células madre. Al año, los especialistas reportan mejoras en el dolor y mayor movilidad, un avance que abre la puerta a lo que la medicina lleva años buscando: una solución que no solo alivie los síntomas, si no que ayude a regenerar el cartílago
Fuente: El Mercurio
Una chilena de 56 años con osteoartritis de rodilla es la primera persona del mundo en recibir una nueva terapia celular, en investigación, para tratar esta enfermedad.
La osteoartritis es una patología degenerativa de las articulaciones —afecta principalmente rodillas, caderas, manos y columna vertebral—, que ocurre cuando el cartílago que protege los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. Es el tipo más común de artritis, afecta a millones de personas en el mundo y en Chile la presenta el 19% de los mayores de 55 años.
En la lucha por combatirla, científicos locales probaron la eficacia de un nuevo tipo de inyección intraarticular. Tras doce meses, la paciente mantenía mejoras en múltiples indicadores. El caso fue publicado en la revista científica Journal of Nanobiotechnology. A juicio de especialistas, se trata de un importante paso en la búsqueda de nuevos tratamientos para esta patología, la cual provoca dolor, hinchazón y rigidez, y afecta la movilidad.
La terapia fue desarrollada y probada por científicos del Centro de Medicina Intervencional de Precisión y Terapia Celular Avanzada (Impact) —un centro científico financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID)—, en colaboración con la startup Evast Bio.
Material Biológico
El tratamiento consiste en una inyección compuesta por vesículas extracelulares pequeñas, derivadas de células madre de cordón umbilical.
Las vesículas extracelulares son pequeñas partículas liberadas por las células madre que tienen material biológico clave para la regeneración celular. Dentro de las vesículas extracelulares están los exosomas, estructuras que destacan por su papel en la reparación de tejidos. El proceso consistió en la administración de estas partículas por medio de una inyección en la rodilla de la paciente, explica Maroun Khoury, director del centro Impact.
Tras las evaluaciones durante un año, los investigadores y su médico tratante confirmaron mejoras en relación con una disminución considerable del dolor y aumento de la movilidad y función articular, asegura José Matas, traumatólogo de la Clínica Universidad de los Andes a cargo del caso y colaborador del centro Impact.
Según el médico, las terapias celulares avanzadas, como esta con vesículas extracelulares, derivan de investigaciones y tratamientos previos con células madre, y “generan mucha expectativa en la comunidad médica”.
Este nuevo enfoque tendría ventajas sobre otras opciones que se aplican actualmente, como inyecciones de ácido hialurónico o corticosteroides, explican los entrevistados. Matas señala que “los corticoides solo disminuyen la inflamación a un nivel que su efecto dura máximo 30 días. Y el ácido hialurónico mejora la viscosidad del líquido intraarticular, pero hay repetirlo cada seis meses”. Además, la nueva terapia sería superior porque ataca la raíz del problema a nivel celular, señala Khoury.
“Lo que nosotros apuntamos es a modificar el curso de la enfermedad, no solo aliviar el dolor y otros síntomas, que es lo que vimos ahora (…). Además mostramos una disminución de la inflamación por medio de un mecanismo por el cual se espera que después inicie el proceso de reparación o regeneración del cartílago”, agrega.
Esto ya se ha demostrado en estudios con animales, pero la idea es avanzar en nuevos ensayos en humanos para probar este efecto. Por otro lado, a diferencia de la inyección de células madre (la célula completa), técnica ampliamente estudiada en terapias regenerativas, el uso de las vesículas extracelulares busca los mismos beneficios sin los riesgos asociados a los trasplantes celulares, como rechazo inmunológico o formación de tumores, destacan los especialistas.
Menos cuidados
Además, las vesículas extracelulares son “inertes, es decir, no requieren respirar ni estar a temperaturas específicas, lo que las hace más fáciles de almacenar, transportar y administrar a los pacientes”, agrega Khoury.
David Figueroa, traumatólogo jefe del área de rodilla y pie de Clínica Alemana, quien no es parte de este proyecto, considera que los resultados del caso son un buen primer paso en la búsqueda de nuevas terapias regenerativas.
“Todo el mundo está buscando el Santo Grial en la regeneración de cartílago, pero hasta ahora no se ha encontrado. Las terapias actuales, en muchos casos, terminan en prótesis de rodilla”, afirma el traumatólogo.
Aunque alentadores, Figueroa cree que estos nuevos hallazgos en la paciente chilena no son suficientes para afirmar que la nueva terapia sea efectiva a largo plazo. El médico comenta: “Creo que es la línea de investigación que hay que seguir y hay que mantenerse atentos a nuevos casos clínicos y estudios”.
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