Un estudio de Pro Salud Chile revela que el país podría ahorrar hasta 26 millones de dólares al año si utilizara biosimilares, medicamentos biológicos de igual eficacia y seguridad que los originales, pero a un costo menor.
Fuente: Cooperativa Ciencia online
Los biosimilares son medicamentos biológicos similares a un medicamento biológico original. A diferencia de los medicamentos tradicionales de síntesis química, los biosimilares se producen a partir de organismos vivos, lo que implica un proceso de desarrollo más complejo.
Por otro lado, los bioequivalentes son versiones de medicamentos tradicionales de síntesis química que demuestran ser equivalentes al medicamento original en términos de calidad, eficacia y seguridad. La principal diferencia radica en que los biosimilares se refieren a medicamentos biológicos, mientras que los bioequivalentes se aplican a medicamentos de síntesis química.
Ambos, biosimilares y bioequivalentes, permiten aumentar la competencia en el mercado farmacéutico, lo que se traduce en una reducción de los precios y un mayor acceso a los tratamientos para la población.
Ahorro y mayor acceso a tratamientos
Según un estudio realizado por Pro Salud Chile, el país se encuentra rezagado en la utilización de biosimilares en comparación con otras regiones del mundo, como Europa y Norteamérica. Esto implica una pérdida significativa de recursos públicos que podrían ser destinados a mejorar la atención de salud.
«Si Chile usara el mismo nivel de biosimilares que se usan en otras partes del mundo se podrían generar impactos muy significativos en el uso de recursos públicos», afirma Jean-Jacques Duhart, vicepresidente ejecutivo de Pro Salud Chile.
«Nuestra estimación es que en Chile se podrían ahorrar del orden de unos 26 millones de dólares al año», detalla. Un ahorro que no solo representa un beneficio económico para el Estado, sino que también permitiría duplicar la cantidad de pacientes tratados para enfermedades como el cáncer, que actualmente enfrentan largas listas de espera y dificultades para acceder a los tratamientos necesarios.
Fortalecer la oferta de biosimilares
Para aprovechar el potencial de los biosimilares en Chile, es necesario implementar una política sistemática que impulse su uso. Esto implica fortalecer la oferta de biosimilares en el mercado, educar a la población sobre sus beneficios y generar incentivos para su prescripción y uso.
«Necesitamos replicar lo que se hizo con los bioequivalentes, que es desarrollar una política sistemática«, señala Duart. «Esto implica educar a la población, generar incentivos y coordinar acciones entre el Ministerio de Salud, los profesionales de la salud, las asociaciones de pacientes y las redes hospitalarias», agrega.
El uso de biosimilares representa una oportunidad única para mejorar la eficiencia del sistema de salud chileno y garantizar un acceso más equitativo a tratamientos de alto costo. La implementación de una política que impulse su uso es un paso fundamental para avanzar hacia un sistema de salud más justo y sostenible.