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diciembre 17, 2021

Pequeños, jóvenes, relacionados con la biología y lo digital son los actuales emprendimientos de base científica y tecnológica chilenos


Intentando aprovechar el empuje que ha tenido la ciencia con la crisis sanitaria para su mayor visibilización, se encuentran estos emprendimientos que son liderados mayoritariamente por hombres y que provienen del ámbito académico. Hoy se da a conocer la segunda radiografía de este importante sector.

»Solo un 40% tuvo inversiones desde el mundo privado, por lo que generar vínculos con inversionistas, aliados estratégicos o nuevos clientes es algo en lo cual debemos apoyarlos». Carolina Torrealba,subsecretaria de Ciencia.

»Con inversionistas chilenos nos ha pasado que preguntan por el gerente, siendo que somos dos mujeres quienes lideramos este emprendimiento, y se llevan una gran sorpresa». Amy (Bárbara) León

Cofundadora y CEO de POW! Foods.

Tal como lo ha demostrado la pandemia, es esencial fortalecer la capacidad científica y tecnológica en Chile, ya que las innovaciones que esta genera son una valiosa herramienta para encontrar soluciones a diferentes problemáticas y desafíos, no solo del área de la salud, sino también sociales, medioambientales y económicas.

»Los emprendimientos de base científica-tecnológica (EBCT) cumplen un rol clave, porque son la llave maestra para encontrar nuevas respuestas en diversos temas que debemos enfrentar, como lo es el cambio climático y la crisis hídrica. Además, porque son la principal y más efectiva ruta de crecimiento para la inversión privada en Investigación y Desarrollo (I+D) en el país», sostiene Carolina Torrealba, subsecretaria de Ciencia, junto con indicar que 6 de cada 10 EBCT invierten más del 10% de sus ventas en I+D.

Es por ello que hoy, a las 10:00 horas, vía Zoom a través de bit.ly/ObservaEBCT (webinar de Observa, observatorio del Sistema de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación), Torrealba dará a conocer el estudio »EBCT: ¿Qué caracteriza a las Empresas de Base Científico-Tecnológica en Chile?», en que participaron 329 emprendimientos de este tipo, entre ellos, 108 startups postulantes (beneficiarias y no) del Programa Startup Ciencia 2020 y 2021, del Ministerio de Ciencia.

»Conocer de primera fuente su realidad: dónde están ubicadas geográficamente, qué áreas impulsan, cómo están conformadas, entre otros datos, nos permitirán impulsar políticas públicas para ayudarlas directamente y conocer de cerca su trabajo y crecimiento, con la finalidad de ir evaluando año a año las medidas que se han levantado en pos de su beneficio», destaca.

Principales resultados

Estos emprendimientos son jóvenes (80% se constituyó en menos de 10 años), están ubicados principalmente en la Región Metropolitana (59%), surgen de ámbitos académicos (50%) y la mayoría se vincula a la biología (30%) y lo digital (25%).

Sobre la conformación de los equipos, si bien son pequeños en número de personas (50% cuenta con menos de 10 trabajadores), destacan por concentrar un alto nivel de formación, pues la mitad de sus integrantes cuenta con posgrado. »Si consideramos que se tratan mayoritariamente de firmas pequeñas, podemos proyectar que con su crecimiento, la inversión en I+D crecerá progresivamente, impactando la inversión país», agrega Torrealba.

En cuanto a su internacionalización, el 40% de los EBCT exportan, cifra bastante alta comparada con la exportación de las compañías generales a nivel nacional (que se sitúa en 4,3%, según la Encuesta Longitudinal de Empresas 2019).

»Con respecto a temas que debemos analizar para generar políticas públicas y las consecuencias del covid-19, muchos señalaron que sus tiempos de desarrollo se hicieron más largos (69%) y que el lanzamiento de productos debió retrasarse por la crisis sanitaria (58%)».

En temas asociados al financiamiento, el Estado hoy cumple un rol fundamental apoyando económicamente a los EBCT (89% recibió fondos públicos). »Solo un 40% tuvo inversiones desde el mundo privado, por lo que generar vínculos con inversionistas, aliados estratégicos o nuevos clientes, es algo en que debemos apoyarlos», dice Torrealba.

Un ejemplo de la inversión y el capital de instrumentos de apoyo lo entrega Martín Irarrázaval, cofundador y CEO de la startup Soleit (EBCT de cuatro años): »Recibir el apoyo de Startup Ciencia (con un aporte de $200 millones) ha sido fundamental para hacer los desarrollos que nos faltaban. Estamos a pocos días del lanzamiento comercial de nuestra tecnología, que es un diseño automatizado de plantillas ortopédicas con inteligencia artificial, que después queremos llevar al segmento de los runner. Además, estamos realizando una ronda con venture capital de EE.UU., Europa y Chile, para levantar US$ 1,5 millones y llegar a California».

Presencia femenina

No solo hay menos mujeres encabezando EBCT en el país, sino que en todo el ecosistema. El estudio demostró que el 40% de los emprendimientos de base científica-tecnológica declaró que la mitad de sus trabajadores son mujeres. Además, 3 de cada 10 tienen liderazgo femenino y se desarrollan mayoritariamente en el área biológica.

»Para dar vuelta esas cifras, desde el ministerio estamos impulsando la primera Política Nacional de Igualdad de Género en CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación), que busca terminar con las brechas de género a través de un plan de acción denominado ?50/50 para 2030′. Cómo muestra, vimos que el programa Startup Ciencia triplicó en 2021 la cantidad de EBCT lideradas por mujeres, debido a que se les entregó un cofinanciamiento mayor a los emprendimientos con una alta presencia femenina o liderados por ellas», enfatiza la subsecretaria de Ciencia.

»Esperamos que esta política sea un punto de inflexión, que al 2030 el país tenga una mirada de igualdad entre hombres y mujeres, que se rompan las barreras que existen en las áreas ligadas a la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación».

Un ejemplo es POW! Foods, startup biotecnológica creada en 2019 y adjudicataria de Startup Ciencia 2021, que elabora chorizos, salchichas y nuggets a partir de proteínas de arveja, maíz y arroz. Pero Amy (Bárbara) León, su cofundadora y CEO, relata algunas dificultades de género. »Con inversionistas chilenos nos ha pasado que nos preguntan por el gerente, siendo que somos dos mujeres quienes lideramos este emprendimiento, y se llevan una gran sorpresa al saber nuestros cargos y que fuimos nosotras las que fundamos esta startup (Eyleen Obidic es cofundadora y la CMO). Al inicio tuvimos ciertas barreras en ruedas de negocios locales, con clientes de grandes corporaciones que tenían ejecutivos séniors, porque éramos muy jóvenes (comenzamos a los 25 años) y les costaba vernos como pares, pero al trabajar juntos se dieron cuenta de nuestro potencial y compromiso. Somos 10 en el equipo (con paridad de género) y para ciertos cargos decidimos buscar profesionales séniors que nos colaborarán en áreas clave, como I+D y Ventas», indica.

Los desafíos

»Los emprendimientos de base científica-tecnológica en Chile son pocos y están dispersos. Tienen poca experiencia y redes de apoyo. Chile los requiere para crecer, necesitamos que se conformen como un sistema dinámico, que generen redes entre ellos y aceleren su curva de aprendizaje y de impacto. Estas empresas tienen un potencial de crecimiento que no solo transforma nuestra economía, sino que tiene la potencialidad de transformar el país en uno que inventa soluciones a problemas complejos, altamente intensivos en ciencia, tecnología e innovación», dice Torrealba. Y complementa: »Por eso desde el ministerio estamos desarrollando esta nueva área de trabajo, que busca conocerlas, generar una línea de base, un registro público, crear nuevos instrumentos de financiamiento y vincularlas para que se produzcan redes entre ellas y con otros actores, como financistas privados y redes internacionales».

Otro reto lo plantea Álvaro Ossa, director de Transferencia y Desarrollo UC, quien señala: »Que el estudio evidencie que mayoritariamente se realiza I+D en la academia y que se logra transferir, no solo habla bien de Chile y de las capacidades científicas, sino que pone el desafío en que las firmas deben vincularse y comprometerse mucho más con la I+D». Resalta también que »ver que hay emprendedores que se aventuran en estas materias, sin el alero de la academia, es bien destacable».

Fuente: Andrea Urrejola Marín, El Mercurio

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