Además, el 52% presenta ansiedad. Expertos creen que la »carga simbólica» de ser de la tercera edad durante el brote, al ser categorizado como vulnerable y tener más restricciones, explicaría las cifras.
Fuente: Janina Mercano, El Mercurio
La pandemia ha tenido un fuerte impacto en la salud mental de las personas mayores de 60 años en Chile, según un nuevo reporte del Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro, una alianza entre la Universidad Católica y la compañía de seguros Confuturo.
El documento se realizó a partir de los datos de la encuesta »Calidad de Vida de las Personas Mayores Chilenas durante la Pandemia Covid-19», para la cual se consultó a 720 personas, una muestra representativa de los individuos de 60 años o más de las distintas regiones de Chile. El sondeo mostró que en este segmento poblacional, el trastorno de ansiedad aumentó de 40% en 2019 a un 52% en 2021, mientras que la depresión pasó de 24% a 38%.
También se constató que todos los síntomas ansiosos aumentaron por igual en hombres y mujeres. La sintomatología depresiva, en cambio, sí presenta diferencias por género: un 40% de las mujeres sobre los 60 años dijo padecer síntomas de esta enfermedad en el 2021, versus 32% de los hombres en el mismo grupo etario.
Según Gerardo Fasce, geriatra de la Clínica las Condes y past president de la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología de Chile, el fenómeno se puede evidenciar en la consulta médica. »Para nosotros esto no es nada sorpresivo, porque es algo que vemos y esperábamos que ocurriera».
Fasce explica que uno de los determinantes de una buena salud mental en la tercera edad es la participación social, la cual se vio fuertemente afectada en los últimos dos años. »El mensaje hacia ellos fue catastrófico respecto de lo que significa ser adulto mayor, con fuertes restricciones, lo cual creemos que ha repercutido. De hecho, hemos visto más casos de suicidio y más intentos», asegura el geriatra.
La autonomía
Soledad Herrera, socióloga UC y líder del nuevo reporte, tiene un diagnóstico muy similar. En su opinión, uno de los principales factores que ha incidido en el aumento de estas sintomatologías es el confinamiento y la »carga simbólica» que se le ha dado a ser un adulto mayor durante el brote global.
Herrera explica: »A nuestro juicio, el impacto tuvo mucho que ver con el confinamiento obligatorio que hubo para este grupo de edad, para el cual la autonomía es súper importante, con una carga simbólica muy fuerte sobre ser sujetos vulnerables o dependientes».
Las restricciones, dice la socióloga, interrumpieron sus oportunidades de socializar, como lo suelen hacer al realizar deporte, por ejemplo.
Roberto Concha, geriatra de Clínica Vespucio, comenta que existen tres grandes grupos de adultos mayores, los que se mantienen 100% activos con empleo, los medianamente activos que no trabajan pero socializan con amigos y familiares, y los que están en casa postrados o semipostrados por una enfermedad.
»Es probablemente en el segundo grupo en donde se concentran estos síntomas y los que más han sufrido, porque dejaron de asistir a encuentros de municipalidad o de ver a sus amigos o de hacer ejercicio con gente, a diferencia de los otros dos que, probablemente, siguieron su vida casi igual», comenta Concha.
En esa misma línea, el confinamiento también se relaciona con un aumento en los sentimientos de soledad y, por lo mismo, esto también ha experimentado un incremento importante en pandemia entre las personas mayores. En 2019, el 42% de ellas se sentían solas, aumentando a 53% en 2021.
Los expertos creen que los datos dan cuenta de la necesidad de diseñar estrategias desde las políticas públicas para que los adultos mayores retomen la interacción social.
Christian Abello, gerente de la Compañía de Seguros Confuturo, destaca que »se torna fundamental que como sociedad nos involucremos en encontrar soluciones que permitan avanzar hacia una mejor vejez, a través de la implementación de políticas públicas, tanto en lo inmediato, como en el largo plazo».
El doctor Fasce coincide: »Urge trabajar en la educación de lo que significa la vejez para no ser edadistas, a la vez que desarrollar políticas integrales para la salud física y mental de este grupo a través de la importancia de socializar».
Más resiliencia
Pese a que aumentaron los síntomas depresivos y ansiosos, la población sobre 60 años tiene altas tasas de resiliencia, que además han crecido durante la pandemia, pasando de 11,1 en el 2019 a 13,2 en el momento de mayores restricciones: el invierno de 2020. Los autores del reporte aseguran que muchos entrevistados, de hecho, tienen buenas proyecciones a futuro, pues dicen que han aprendido de este período.