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febrero 14, 2022

Llegó el momento de apropiarse de la Inteligencia Artificial y utilizarla al servicio de una mejor Salud para todos y todas

Columna de Dr. José Fernández, gerente general de Rayen Salud

Quizás la mayoría de nosotros hayamos escuchado más acerca de la Inteligencia Artificial (IA) en películas de Hollywood que en las noticias. Lo cierto es que, más allá de dar vida a robots con sentimientos o que quieren dominar el mundo, la IA es ampliamente usada en diversos ámbitos de la sociedad, con un impacto concreto en la vida de cada uno y una de nosotros.

Debemos entender que la IA engloba a todas las tecnologías que permiten emular características o capacidades exclusivas del intelecto humano, resolviendo problemas o asociando ciertas palabras, imágenes, fonemas y actos a otros, para dar respuestas “inteligentes”. Como también, que pueden (o no) contar con la capacidad de aprender sobre la marcha, a través de lo que conocemos como “Machine Learning”, para mejorar su capacidad de respuesta ante los estímulos que les presentamos, alimentándose de nuevas opciones y capacidades.   

Esta tecnología disruptiva ya lleva décadas entre nosotros y muchas veces nos cuesta identificarla, porque ya es parte de nuestras vidas. Por ejemplo, en los asistentes virtuales de nuestros teléfonos inteligentes, en los consejos de productos que nos muestran las redes sociales, o en las sugerencias de canciones que nos entrega nuestra aplicación de música. Pero no sólo eso, el inmenso potencial de la IA hoy se utiliza activamente en sistemas predictivos de catástrofes, para prevenir la deforestación o sequía e, incluso, en nuestro país, para aportar en el rescate de pacientes con exámenes preventivos de salud pendientes.   

Y es precisamente en este último punto donde mayor potencial tiene la IA y donde mayor impacto social podría tener: en el sector Salud.

La IA ya se utiliza en diversas Redes de Salud en el mundo para mejorar la velocidad y precisión de los diagnósticos o la detección de enfermedades; para facilitar la atención clínica y la comunicación con el paciente; para realizar vigilancia epidemiológica y de morbilidades; para hacer seguimiento a brotes y levantar reacciones adversas a tratamiento o sintomatologías específicas; entre muchas otras cosas. 

Pero la IA tiene un potencial aún mayor en Salud y por ello quienes nos dedicamos a la Tecnología Sanitaria debemos apropiarnos de ella y aplicarla efectivamente en la construcción de soluciones que permitan otorgar mayor acceso a las prestaciones; proveer una salud más oportuna, segura y de calidad para la población; y optimizar la comunicación e interacción entre los pacientes y las instituciones de salud donde se atienden.

En concreto, parte de nuestro rol como proveedores de TI para el sector Salud debiera estar asociado a identificar las oportunidades que nos otorgan los avances tecnológicos en la gestión diaria de las Redes y Establecimientos de Salud, aplicándolos para construir soluciones que respondan a las necesidades de los Equipos de Salud. Por ejemplo, el uso de la Inteligencia Artificial para el seguimiento a los contactos estrechos de Covid-19, el levantamiento del perfil de riesgo de Salud Mental de territorios específicos, el rescate de pacientes con controles o procedimientos pendientes, la simulación de casos clínicos para la mejora en los tratamientos, la interpretación de imágenes y exámenes o, incluso, si la aplicamos en conjunto con una solución de Data Discovery en Salud, para explorar de manera más eficiente el Big Data Sanitario, tomar decisiones basadas en datos y generar modelos predictivos.

Finalmente, el uso que podemos darle a la IA en el sector Salud es enorme y trasciende a ámbitos o áreas específicas, puesto que puede utilizarse en todos los espacios. Por ello, el desafío que hoy tenemos como Industria eHealth es adoptarla, entenderla y aplicarla en nuestro ecosistema de soluciones tecnológicas, generando los espacios de conversación, co-creación y colaboración entre los distintos actores involucrados en el sector (como la Academia, los Equipos de Salud, las startups, los pacientes, etc.) para acelerar su identificación y uso. 

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